“La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas”, señalan desde Naciones Unidas.
El cambio climático, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
“Es por ello que necesitamos recuperar los ecosistemas de nuestro planeta. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero solo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte”.
Por esa razón, se recuerda hoy más que nunca en este Día Mundial de la Tierra que se necesita llevar adelante un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta, promoviendo la armonía con la naturaleza y la tierra. |